Política al Margen…

Por Jaime Faisal

El caos que pudiéramos vivir

La falta de combustible en varios estados del país, no sólo amenaza con crecer, sino con agudizar en grado superlativo los problemas sociales y económicos en varias regiones de la nación. Como que los personajes que hoy en día están al frente del gobierno federal no han dimensionado las graves consecuencias que la escasez del combustible esta generando o, de plano, este escenario negativo jamás pasó por su mente, lo que resulta peor.

En cualquiera de los casos, miles de mexicanos continúan sufriendo las consecuencias de esta acción que dice el gobierno federal es el mejor camino para terminar con el robo de combustible. Veremos si la estrategia les resulta en las próximas horas, pues hasta el momento ha sido simplemente desastrosa para los consumidores.

En nuestra región, hasta el momento el problema no se ha presentado con gravedad, sin embargo, se dejan sentir las consecuencias en diversas actividades comerciales, pues el hecho de que en la ciudad de Guadalajara escasee el combustible, está ocasionando desde hace unos días alteraciones en actividades que dependen en gran medida de lo que suceda en la perla de occidente.

En nuestra región, concretamente en Bahía de Banderas, de presentarse problemas de escases de combustible los primeros afectados serían los trabajadores que diariamente utilizan el transporte público. Por citar sólo un ejemplo, están las combis de servicio colectivo que trasladan a poco más de 20 mil personas diariamente. Imagínese el caos que traería como consecuencia el hecho de que tuviera que frenarse este servicio…es sólo un ejemplo de un escenario que esperamos no vivir.

El rostro de la derrota

El presidente del PRI en Nayarit, Enrique Díaz, representa y es la viva imagen del rostro de la derrota. Un gran número de militantes y simpatizantes del otrora partidazo esperaban una dirigencia nueva y renovada; no la misma imagen desgastada que tuvo desastrosos resultados en las elecciones del primero de julio pasado.

Hablar de renovación y cambios, pero llevando al frente a los mismos personajes en el citado instituto político tricolor en la entidad, es mantenerse inmerso en el fracaso. Lo único que proyectan es una desmedida ambición por el poder, un poder que, de seguir con esa estrategia, seguramente les será difícil de conseguir.

Los priistas, como lo hemos señalado en incontables ocasiones, transitan por el laberinto político buscando recobrar el poder con su mirada fija en el espejo retrovisor; aplicando añejas prácticas e ignorando el rechazo y desprecio social.

Se siguen peleando entre ellos, continúan conduciéndose con simulaciones y traiciones y, mientras no superen esas etapas, será más que complicado que puedan proyectar una imagen diferente ante el grueso del electorado.

Con sus acciones, ellos mismos se han encargado de agrandar con verdadera devoción el abismo que existe entre su grupo político y la población. Una población que exige que le hablen de frente y con la verdad. Virtudes, que con dificultad se encuentran entre la clase política.

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