FONATUR pretende exentarse de la obligación de las MIA´s para el TREN MAYA.

Alianza de la Costa Verde

EL TRUCO: Reducir el proyecto a una pura ampliación, modificación, sustitución de infraestructura (existente = los rieles del TREN) de acuerdo al Art. 6 del Reglamento de la LGEEPA (Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente) en Materia de Evaluación del Impacto Ambiental.

Esto para un proyecto con al menos 18 intervenciones socio-ambientales “brutales” en los ecosistemas de la Península de YUCATÁN.

Es su obligación que se hagan los estudios correspondientes, los entregan a la SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales),  que los evaluará,

aprobará con (esperamos muchas) condicionantes… antes de que el Gobierno comience con el proyecto,

   … o los rechazará.

EL DILEMA: El Gobierno es juez y parte. 

FONATUR es el peor ejecutor de un macro-proyecto de esta naturaleza, dada su trayectoria negra de destrucción ambiental, no-profesionalidad, ineficiencia organizacional/administrativa e insensibilidad acerca de los derechos humanos e impactos socio-culturales que implican sus proyectos. Un cambio de la cabeza de FONATUR no ha alterado NADA!

Veremos si el Secretario de la SEMARNAT cumple con la misión de “su“ institución.

El TREN:

La ruta del TREN MAYA significa la intervención en los ecosistemas de la península de Yucatán con impactos socio-ambientales “brutales”, también el ataque a 8 ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS: 7 estaciones con “sub-centros de desarrollo turístico” con capacidad para 50 mil personas c/u.,  2 “parques agro-industriales”, … entre otros.

Se trata de un proyecto de reordenamiento territorial que cambiará profundamente las formas de vida de la población indígena y campesina en la región. Otros temas cruciales son las afectaciones a las poblaciones de flora y fauna en ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS y el efecto barrera que podría fragmentar los hábitats. Igual que los impactos sobre la viabilidad de los espacios objetos de turismo como los ríos subterráneos, los cenotes, las selvas, los humedales, los manglares, los palmares y los arrecifes, provocados por agricultura, ganadería y turismo extensivos. También la  infraestructura hotelera requiere grandes superficies de tierra alrededor de  las ciudades, mismas que hasta ahora están delimitadas por ecosistemas naturales, por lo que, para establecerla, deberán desmontarse espacios con humedales, selvas, palmares o manglares, excepto en Mérida y Valladolid.

¡Y ahora FONATUR quiere exentarse de la obligación de elaborar estudios de Impacto Ambiental!

Reducir el proyecto a una pura ampliación, modificación, sustitución de infraestructura (existente= los rieles del TREN) de acuerdo al Art. 6 del Reglamento de la LGEEPA (Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente) en Materia de Evaluación del Impacto Ambiental.

Esto para un proyecto con al menos 18 intervenciones socio-ambientales  “brutales” en los ecosistemas de la Península de YUCATÁN.

Veremos si el Secretario de la SEMARNAT  cumple con la misión de “su“ institución:…   7º. Conservar y aprovechar de forma adecuada los ecosistemas y su biodiversidad en beneficio y junto con los habitantes locales para reducir la desigualdad con el principio de producir conservando y conservar produciendo. Se impulsará la conservación comunitaria.

“La biodiversidad no se puede concebir separada de las culturas originarias, y las culturas no se pueden concebir separadas de la biodiversidad

“Ahí están tantos ejemplos. Solamente les señalo el caso de la Península de Yucatán, donde la presencia de los mayas tiene de 3 mil a 3 mil 500 años. Casi el 90 por ciento de la flora tiene nombre maya y uso maya, y las estrategias de aprovechamiento de la cultura maya en la Península de Yucatán es un ejemplo inmenso de manejo adecuado de los ecosistemas.

El pasado 18 de diciembre el Director General de FONATUR anunció que ellos conseguirán el acompañamiento del proyecto TREN MAYA por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Obviamente el representante de la oficina de esta organización  en México no se fijó que de esta manera la UNESCO sirve como “hoja de parra” para uno de los ecocidios más grandes de la 4T.

A PROPÓSITO:

ESTUDIO de Caso del Proyecto LITIBÚ de FONATUR, un (supuesto) Centro Integralmente Planeado.

En dic. 2003 FONATUR compró de Fibba 167 ha de terrenos, anteriormente expropiados  del Ejido de Sayulita, a la orilla del mar en Litibú, poblado de Higuera Blanca, en Bahía de Banderas, Nayarit. En abril 2005 el aquel entonces Presidente de la República colocó la primera piedra en Litibú.

Las promesas de Fox: “Este proyecto será el detonador socio-económico para la región con 4100 cuartos de hotel, villas, condominios de lujo, 35.000 mil empleos de calidad, directos e indirectos (sic!), oportunidades de negocio en abundancia, Escuela de Turismo en Higuera Blanca, un desarrollo ambientalmente amigable, todo apegado a la Ley”

En los años desde que FONATUR  (paraestatal ejecutora del Gobierno para el proyecto), llegó a Higuera Blanca, la calidad de vida se ha empeorada de manera significativa. La población se ha más que duplicado y con esto lo que si subió en tiempo record, fue la criminalidad, la droga, la prostitución. Llegó gente de toda la república en búsqueda de la tierra prometida, a pocos de ellos se les realizó el sueño.

Ni hablar de que NO hubo ninguna capacitación para los hombres y mujeres del poblado, para poder desempeñar su papel en el nuevo mundo de servicio turístico. Después de que a partir de 2006 los cuartos para rentar y los comedores brotaron como hongos, hoy en día la pobreza y la desilusión en el pueblo son palpables.

Quince años después, entre los hoteles y los condominios que operan en LITIBÚ, incl. a las personas de FONATUR que trabajan para el mantenimiento del desarrollo, la planta de tratamiento aguas negras, la planta desalinadora (que frecuentemente no funciona) y un campo de golf (en donde casi nadie juega), apenas se llega a 2000 empleos. De “Integralmente Planeado” el proyecto no tiene nada.

Los jóvenes que viven en el lugar todavía están en espera de la Escuela para Turismo que les prometió el entonces Director de FONATUR, John McCarthy.

FONATUR es el peor ejecutor de un macro-proyecto de esta naturaleza, dada su trayectoria negra de destrucción ambiental, no-profesionalidad, ineficiencia organizacional/administrativa documentada e insensibilidad acerca de las culturas originarias.

¡Un cambio de la cabeza de FONATUR no ha alterado NADA!

Entre sus colaboradores no se encuentra ningún especialista en antropología, ningún sociólogo, ninguna persona con perfil adecuado para entender los impactos socio-ambientales de sus proyectos.

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