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Comentarios de la Bahía

Por Nayar Araiza López

Sólo con hacer «posteos» de «feisbuc», no se puede ganar una candidatura, esto de las redes sociales trae confundidos y atolondrados a nuestros políticos, gobernantes y representantes del pueblo, ya que nada sustituye a los resultados en la gestión efectiva, el desempeño en sus cargos, esto significa cumplir su palabra verdaderamente si se promete algo; la interacción y escuchar directamente a los diferentes sectores, es la clave para penetrar a los grupos sociales, para que sea admirado y respetado su trabajo como servidores públicos, si no es así, todo es mera simulación, porque para aplaudir y adular, por pura simpatía a un personaje, nada más a los cantantes.

La persona pública, siempre estará sujeta a la crítica y a la censura, quienes no lo entiendan, pues que sencillamente se vayan a su casa a descansar, no andan en la religión ni son curas, ni la Madre Teresa de Calcuta o el Papa Francisco, andan en la política, manejan recursos públicos y por lo tanto se les debe criticar, ya que a muchos no les gusta que los toquen con ni con el pétalo de una rosa, son muy intolerantes, a estas alturas de la democracia en México, que tanto alardean muchos de estos gobernantes y políticos de todos los niveles; debe terminarse pero de ya, el ejercicio del poder con marcados tintes de autoritarismo así como de intolerancia hacia la crítica periodística.

A como «chingan», la prensa, los editorialistas y en general los trabajadores del periodismo profesional en sus diferentes géneros, (favor de investigar cuáles son los géneros periodísticos) todos cobran por su trabajo, lo que no es ilegal ni anti ético, solo en la mente de los desorientados cabe pensar que en pleno capitalismo se trabaje gratis, efectivamente en el medio solo hay dos tipos de periodistas, «los que cobran y los que vuelan como Superman», todos los gobiernos, partidos políticos, organizaciones, públicas y privadas, pagan prensa, todos, incluyendo la «Cuarta Transformación», las redes sociales no sustituyen la función del periodismo en la sociedad, como piensan falsamente los «dogmatizados», ya que su papel sigue siendo el mismo que en el pasado, pero ahora trasladado al internet y las redes. Destinar recursos a la comunicación social está en la Ley y además el SAT tiene perfectamente gravadas las actividades periodísticas, incluyendo «columnas». La intolerancia a la libertad de prensa y libertad de expresión, es signo del totalitarismo y la antidemocracia. Entiendan.

El Presidente Jaime Cuevas Tello, está realizando un trabajo ejemplar al frente de la administración municipal, la transparencia, la rendición de cuentas, la construcción de obra pública, la optimización de recursos, así como la gestión extraordinaria ante el Estado y la Federación han sido la constante a poco más de dos años de su gobierno.

Sin duda recuperó la confianza de los ciudadanos en el Ayuntamiento, que se traduce en una mayor recaudación con expectativas de superar los mil 500 millones para este 2020, indiscutiblemente que su periodo se ha caracterizado por la eficiencia y eficacia, lo qu se le tiene que reconocer.

En nuestro trabajo como docente y comunicador, nos ha tocado saludarlo y tratar diversos asuntos en infinidad de veces, en la gráfica en la conmemoración del Día de la Bandera, en donde por nuestro conducto, reafirma a la comunidad del COBAEN, su compromiso de la certificación legal del terreno que donó el Ayuntamiento, para el proyecto de un nuevo plantel, que vendrá a beneficiar a mil familias de jóvenes estudiantes.

Algunos políticos, no todos, hay honrosas excepciones, con sus acciones, la mayoría de las veces plagadas de traición, demagogia y simulación, demuestran un alto grado de degradación social y humana, de bajeza con tal de conseguir ascender en los cargos públicos y hacer negocios al amparo del poder.

No pocos son intolerantes y autoritarios ante la crítica periodística; reiteradamente desprestigian a los trabajadores de la prensa, su mote preferido es llamarlos «chayoteros» o «vendidos», desacreditan la labor de los medios de comunicación cuando no les favorece, ahora trasladados al periodismo digital vinculado a las redes sociales, pero que no dejan de cumplir la misma función que en el pasado.

Estos políticos, en la práctica son peores que los periodistas que reiteradamente señalan como los malos; ellos no tienen honor, pues muchas veces no cumplen su palabra en los acuerdos pactados con sus aliados, simplemente nuestros políticos son como las prostitutas, traicionan y se venden al mejor postor para lograr sus intereses, brincan como trapecistas de un partido a otro, se alinean con el régimen vigente, no tienen principios ideológicos, pasaron de noche las aulas universitarias y navegan por el mar de la ignorancia.

En cambio, los periodistas son más nobles, sinceros, a muchos que les creen, los utilizan para sus fines, ya que la prensa es el contacto con la opinión pública, incluso son a los primeros en buscar previo a los procesos electorales, pero resulta que cuando ya no los necesitan ni el teléfono les contestan, pero eso sí, los vuelven a buscar cuando regresan los tiempos de selección de candidaturas.

Así que esos políticos mediocres, burros, que les gusta mucho ofender a los trabajadores de la prensa, ni cara tienen de criticar a los verdaderos periodistas profesionales llamándoles »chayoteros», puesto que la zorra no se ve su cola, o cómo les podemos llamar a aquellos políticos que se venden con narcotraficantes o empresarios corruptos para que les financien sus campañas, a cambio de canonjías cuando están en el poder. Ejemplos hay muchos en nuestro entorno. Va.


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