PALESTRA

Por  Gilberto Cervantes Rivera, poeta de Cucharas

Cuando este poeta de Cucharas era pequeño, tenía un héroe en casa, mi padre Serafín; no sé, tal vez sería porque siempre me empujaba a sacar puros dieces de calificaciones en la escuela primaria donde terminando el cuarto año, fui a  la cabecera municipal a concluir quinto y sexto, mas tres de secundaria ahí mismo, asistido por mi tía Herculana Rangel Rivera. Gracias a los consejos de mi extinto progenitor, nada me era imposible; le entraba a las competencias estudiantiles deportivas y culturales con ánimo de triunfo, pero si perdía has de cuenta que ganaba; eso me ayudó con el tiempo a ser también padre como mi papá. Esa configuración social se me quedó alojada en lo más profundo de mi mente, de tal manera que aprendí a recoger lo mejor de cada uno de los seres humanos con los que he tenido la fortuna de interactuar y confraternizar sobre todo; ayer otra vez frente a Palacio de Gobierno un grupo de Policías Estatales demandando mejores condiciones de vida y de trabajo, terminaron su protesta afuera del Congreso del Estado. Durante la administración del licenciado Ney González, quien fuera diputado local panista Carlos Hernández Ibarría, El Talibán, toma palacio de gobierno con 200 agentes policiacos que se quejaban de lo mismo que hoy dan a conocer a la opinión pública: bajos salarios, los mismos uniformes y zapatos, armas viejas, siguen tripulando camionetas sin gasolina,  seguro social inexistente, tampoco SAR e INFONAVIT. Me llama la atención que no pocos elementos al mando de la Fiscalía General del Estado, aun llevan puestas las camisetas que usaban en el tiempo de la tenebrosa Policía Nayarit; pero ellos aseguran que eso es cosa de un pasado que ya no quieren vivir, por ello buscan dignificar un oficio severamente desprestigiado, pues la gente aun los considera como entes represivos que se dedican a robar al pueblo, coludidos con la delincuencia. Pues bien, estos policías que se atreven a criticar al Gobernador Toñito Echevarría, cargándole creo que equivocadamente, los errores que cometen los funcionarios de la Fiscalía, endurecen su lenguaje y hasta podríamos presenciar muy pronto, toma de oficinas públicas, de casetas y bloqueo de carreteras. Si tomamos en cuenta que también los agentes de seguridad pública en general son trabajadores a los que les paga el pueblo y por lo tanto su obligación es ponerse y estar a sus órdenes, llegó la hora de modificar la ley para que puedan pertenecer a un sindicato; en estos momentos, su principal demanda consiste, que curioso verdad, en que gobierno los considere como personas que tienen derecho a salir ilesos en un enfrentamiento contra delincuentes, vestidos con chalecos antibalas y armados con pistolas y rifles de nueva generación. Platicando con varios de los manifestantes, me dicen que hasta el momento, varios policías que han sido heridos por infractores de la ley, continúan esperando que los pensionen bajo esa circunstancia; empiezan a desesperarse porque ni siquiera los llaman al diálogo, para darle a este movimiento una salida negociada pero decorosa; cada día que pasa, nuevos elementos policiacos se van sumando a las protestas que encuentran eco y simpatías en agentes que si bien no ocurren a los plantones, platicando con ellos, sostienen la convicción de que tarde o temprano, triunfarán sus peticiones. Imaginan cobrar un cheque quincenal más gordo que los chequecillos normales, con el cual puedan vivir sin tantas estrecheces económicas; y al final entenderán que solo podrán ganar con una lucha inteligente, sobre la base de sus propios derechos, los cuales consagra nuestra Carta Magna, la que especifica cuanto debe ganar un agente y como tendrá que salir a proteger a la sociedad en su conjunto. Los quejosos señalan que en pleno 2020, la inmensa mayoría de agentes policiacos andan mal uniformados, con un par de botas casi agujereadas, armados de valor pues las pistolas y rifles son muy viejos, por lo que en lugar de causar miedo, causan lástima; en una refriega, la delincuencia organizada tiene las de ganar y quienes pierden finalmente son las viudas y huérfanos, pues el gobierno no los considera como dignos de un mejor apoyo…PALESTRAZO: pésimos servicios municipales, regidores y sindico que ganan en un mes lo que obtienen los maestros de la UAN a lo largo de todo el año, un Presidente Municipal perredista que la pica a padrotillo, dejándose fotografiar para que lo suban a las redes; esto es Tepic con Javier Castellón y al que no le va a gustar que lo manden por un tubo si pretende ser Gobernador de Nayarit como ha sido su ilusión desde 2005.  

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