“AUSENTE” … la Responsabilidad Social de los Desarrolladores Turísticos.

NAYARIT es un estado fallido en el sentido que se resiste a insistir en que los desarrolladores turísticos asuman su Responsabilidad Social Empresarial (RSE).

NO existe una visión clara a largo plazo sobre “¿Qué estado queremos ser?”

Hay una ausencia palpable de un liderazgo visionario, contagioso.

En las acciones del gobierno estatal y de los municipales se observa la falta del pensamiento sistémico y transversal, y la ausencia de una capacidad ejecutora.

Alianza de la Costa Verde

Sería importante romper el muro en las cabezas de los candidatos de las próximas elecciones, estatal y municipales, para que NO confundan todavía CRECIMIENTO con lo que significa un verdadero DESARROLLO SOSTENIBLE.

Las administraciones públicas de MÉXICO parecen ser víctimas de la falacia, de que la inversión en desarrollos turísticos, la llegada de más turistas, el aumento del gasto de los turistas internacionales o la promulgación de exenciones tributarias, automáticamente aumentará la calidad de vida de la población.

Para vivir la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y para que el desarrollo turístico sea de verdad sostenible, lo que se requiere es una macro- inversión inteligente en desarrollo social, cultural y económico, con educación para los pobladores en los pueblos aledaños a los proyectos, … especialmente dirigida a los jóvenes.

Ni el Gobierno de AMLO, ni el de NAYARIT, ni el Gobierno Municipal de Bahía de Banderas, mucho menos los desarrolladores turísticos que operan en la región, están dispuestos a asumir esta responsabilidad social para sus proyectos.

En la mayoría de los casos, la RSE todavía esta ajustada a beneficios de sus empresas.

Muy al inicio de la pandemia el grupo del “Rey del Tiempo Compartido”, que “… siempre se ha preocupado por el crecimiento personal y profesional de nuestros colaboradores” despidió una buena parte de su personal en la región.

Es el mismo empresario que tiene una trayectoria de destrucción ambiental impresionante, no solamente en Bahía de Banderas *.

En Bahía de Banderas el Grupo de Chávez Moran de VIDANTA/Mayan Palace opera por años sin intervención alguna de las autoridades municipales, estatales o federales:

–         Calles y avenidas públicas privatizadas o desaparecidas

–         Accesos al mar bloqueados; obstaculización del ingreso al Río Ameca

–         Extracción de material pétreo en cantidades exorbitantes, … las riberas del río alineadas a su conveniencia

–         Apropiación de bienes nacionales (ISLA de los PÁJAROS en la desembocadura del Río Ameca)

–         Destrucción del manglar, desplazamiento de la fauna, invasión de la zona federal, la cual privatizaron y donde pusieron kilómetros de malla ciclónica para impedir el paso de los pescadores y de los habitantes locales a la playa.

–           Desviación del cauce del río, que pone en riesgo la vida de los habitantes de la región y de miles de turistas.

Muy significativo que Chávez Moran, asesor de AMLO en materia de turismo, hace un par de meses fue nombrado por el Presidente encargado para “supervisar” la construcción del TREN MAYA, … mega obra turística favorita de AMLO. Es el proyecto que Rogelio Jiménez Pons de FONATUR, por órdenes de su máximo líder, forzó a las comunidades de la Península de Yucatán. 

En este sentido tanto la Federación, como NAYARIT, son “estados fallidos”. No solamente en lo que se refiere al tema seguridad.

Son las ONG´s en los poblados costeros, en gran parte financiadas por ciudadanos extranjeros, las que asumen la responsabilidad de la administración pública y de los desarrolladores: Educación, trabajo social, hasta garantizar el derecho fundamental para salud y alimentación .

Los jóvenes de Bahía de Banderas desde hace más de 15 años están en espera de la Escuela para Turismo que FONATUR les prometió.

El reto para la nueva administración estatal: Crear una VISIÓN clara a largo plazo sobre “¿Qué queremos ser?”

En NAYARIT actualmente hay una ausencia palpable de un liderazgo visionario, contagioso. Los objetivos son difusos, una estrategia clara no es palpable. En las acciones del gobierno estatal y de los municipales se observa la falta del pensamiento sistémico, transversal y la ausencia de una capacidad ejecutora. Lo que prevalecen son autoelogios.

Tampoco hay disposición y/o conocimientos para estimular, facilitar y dar seguimiento a procesos participativos, requisito indispensable para lograr cambios profundos. Administración pública “desde arriba hacia abajo”, estilo AMLO, NO es la única forma de gobernar.

Sería importante romper el muro en las cabezas de los candidatos de las próximas elecciones, estatal y municipales, para que NO confundan todavía CRECIMIENTO con lo que significa un verdadero DESARROLLO SOSTENIBLE.

¿Mostrarán su profundo interés por el BIEN COMÚN de la GENTE?

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