Resulta muy miserable e indigno, querer culpar a los trabajadores universitarios de la crisis financiera de la Universidad Autónoma de Nayarit, 6 mil familias de docentes y empleados administrativos no tienen ingresos y están endeudadas, con problemas para subsistir y pagar créditos, soldados de la educación que han formado miles de profesionistas en 51 años de vida de la institución, que de no existir la UAN no hubieran tenido oportunidad de acceder a la educación superior.
La clase trabajadora no es la responsable y tampoco tiene que vigilar nada, corresponde al Congreso, a la Auditoría Superior de la Federación y del Estado, así como a la SEP, supervisar el ejercicio de los subsidios, “las cuentas están sacadas” mediante la auditorias, así como corresponde a la Fiscalía encontrar y juzgar a quienes hayan cometido desvíos de recursos públicos, no a los trabajadores que son solo eso, y que merecen el pago de sus salarios y prestaciones.
Y si, de acuerdo en que los sindicatos vivan de sus cuotas de los agremiados y la FEUAN ya tiene que democratizarse en una verdaderas organización estudiantil, elegida por los 30 mil alumnos y dirigida por verdaderos estudiantes de licenciatura, no por fósiles de 35 años que se reinscriben y que la han manejado como una dependencia administrativa por periodos de 6 años, cuando debe de ser máximo dos o tres.